SÍMBOLOS PATRIOS DE PUPIALES
EL ESCUDO
Tiene su origen en 1.942 siendo aprobado oficialmente por el concejo municipal mediante el acuerdo número 17 del 5 de octubre de 1968, su autor es el padre Luis Gabriel Moreno Chamorro.
Tiene la forma de un escudo algo cuadrado, terminando en ángulo en la parte inferior. En la parte superior tiene tres franjas verticales , sobre el fondo los colores de la bandera resaltando el nombre de Pupiales; en la parte inferior y en el fondo dividido entre el azul cielo y el verde de sus campos se destacan dos montañas elogiando su geografía, dos brazos: el uno sostiene una antorcha encendida, símbolo de la cultura de su pueblo y el otro un manojo de espigas como insignia de la fertilidad de sus campos y del trabajo fructuoso , elevando una cruz sobre la cima de sus montañas, como recuerdo de las creencias religiosas de sus gentes. Todo el conjunto va enmarcado en corona de laureles, símbolo de las glorias conquistadas.
LA BANDERA
Fue presentada por el concejal Abrahan Benavides y reconocida oficialmente según resolución número 71 del 13 de octubre de 1963, bajo los colores azul, blanco y rojo. Las tres franjas de manera horizontal tienen en la parte superior el color azul que representa el cielo y las montañas, la franja blanca del centro simboliza la pureza y virtud de los nuestros, que se sacrificaron en este suelo, la franja roja localizada en la parte inferior es la sangre,, el valor de sus hijos y de los que alcanzaron la gloria con sacrificio.
HIMNO DE PUPIALES
Mediante resolución número 7 del 4 de noviembre de
1967 se reconoció oficialmente. La música corresponde al maestro compositor
Victoriano Riascos Benavides y la letra al poeta Jose Vallejo ("Bolivar
Quijano" su suedónimo), los dos personajes de origen pupialeño.
CORO
Salve, perla del sur
de alta gloria,
que conquista la espada y la lira:
¿Quién no canta en unión con la historia,
tu grandeza que el cóndor admira?
ESTROFAS
I
Siglo y más un
Cacique sañudo
vió sin mengua de gloria en Guanacas;
hoy tu fama, oh Pupiales, saludo
con tres torres y el campo las Guacas.
II
De ardua lid en las
unas hay huellas
con los héroes de Rímac y el Tajo;
en las otras, se nimban de estrellas
con la fe, la cultura, el trabajo.
III
Por los hijos del sol
y los pastos,
nunca brindas cicuta ni acíbar.
Por Nariño son de oro tus fastos
tu heredad sin confín por Bolívar.
IV
Es tu nombre el
blasón en los Ritos
del altar en que oficia la idea;
lo exhibiste muy alto en Iquitos,
cual titán lo exhibiste en Corea.
V
Das tu amor en ermita
y colinas
a quien nunca en la lid se derrota;
y en la tierra natal de heroínas
al laurel ni la muerte lo azota.
VI
Salve, oh cuna,
nimbada de soles,
gran sostén de la Cruz y Bandera
frente a Dios con zafír y arreboles
blasonad toda herencia procera.
VII
Gloria a Dios! Es
aquí seductora
la ágil musa de auténticas galas;
y por eso de ti se enamora
el que tiene del cóndor las alas.
VIII
Ya Papialpa, suicida
heroína
se hizo flor de holocausto en las llamas;
su heroísmo de diosa fascina,
tanto más cuando así lo proclamas.